¿Puedo facturar sin darme de alta como autónomo?

Ante la continua subida de las cotizaciones sociales y la incertidumbre que hay al principio de cualquier actividad profesional, muchos se preguntan si es posible facturar sin darse de alta. A fin de cuentas, no parece que tenga mucho sencillo ganar 200 € y pagar casi 300 de «autónomos». La respuesta es clarísima: «sí, pero no».

La cuota mínima de autónomos para 2023 es de 230 €. Podemos debatir mucho sobre la Tarifa Plana para aquellos que empiezan y el incremento que supone tener una base de cotización más alta o, si tienes una sociedad, ser autónomo societario. Además, en los próximos años debería subir (si no vuelven a cambiar las reglas) a 225 € (2024) y 200 € (2025). Parece una bajada, pero recuerda que hay un límite superior que asciende a 500 € (2023), 530 € (2024) y 590 € (2025). Esta es la cifra mínima para el tramo más bajo en condiciones normales, así que vamos a tomarlo como referencia.

Esto quiere decir que según empiezas a trabajar, según abres tu negocio de peluquería, desarrollo de páginas Web o tu pequeña cafetería, ya tienes un gasto anual fijo de 2.760 €. Para conseguir ese dinero tienes que facturar un montón. Si tu margen comercial es (digamos) del 20%, sólo para conseguir el dinero limpio de las cotizaciones sociales tienes que facturar casi 14.000 €. Es decir, que los primeros 1.100 € de facturación mensual se van en cubrir esa obligación fiscal.

Lo hemos querido calcular así, por meses, para llegar a esa reflexión tan habitual que lleva a la pregunta del artículo: si antes de abrir la puerta ya tengo que facturar 1.100 € sólo para pagar impuestos, ¿de qué vivo? ¿No podría facturar sin darme de alta y ahorrarme ese gasto? Mmmm… vamos a ver.

Pensar en las cotizaciones sociales como un gasto evitable es un error de concepto. Las cotizaciones, ya nos parezcan altas, bajas, justas o injustas, forman parte del sistema impositivo fiscal y llevan aparejadas ventajas (el sistema de pensiones) y desventajas (la carga financiera mensual). Debes aceptar que forman parte del juego y que sea cual sea tu plan de negocio tienes que generar ese dinero ADEMÁS  de tu margen comercial, gastos, etc. Por tanto, si quieres llegar a tener un negocio funcional, no puedes evitarlas.

Otra cosa es que haya una fase inicial en la que aún no tienes clientes, regularidad o ahorros para hacer frente a todos los gastos. Realmente, darse de alta para tener un cliente el primer mes y no volver a facturar en todo el trimestre porque aún no te has dado a conocer, es una ruina. Esto es una reflexión sensata. ¿Cómo conciliamos ambas realidades?

Es «posible» facturar sin darte de alta siempre que se cumplan ciertos requisitos:

  • Que no sea una actividad habitual. Algo esporádico, como 3 ó 4 facturas sueltas al año no es una actividad «habitual».
  • No puedes superar el sueldo mínimo interprofesional. Ahora mismo eso son 1.080 €.
  • Las facturas tienen que ser plenamente legales. Es decir, completas y con todos los datos requeridos por la ley de IVA.
  • Tienes que liquidar los impuestos que correspondan. Si cobras IVA, tienes que declararlo y abonarlo.
  • Tienes que aplicar la retención correspondiente al IRPF. No estar dado de alta en la Seguridad Social no te exime del resto de obligaciones fiscales.

Como ves, es posible tener una actividad esporádica sin la carga de los seguros sociales, pero tiene que ser algo muy limitado y en absoluto ampara que ejerzas una actividad profesional continua sin darte de de alta. Como te decíamos un poco más arriba, si quieres tener un negocio sólido, tienes que aceptar todo lo que eso implica y conseguir una facturación consistente que lo haga viable. La solución no es trampear, sino desarrollar un buen negocio y que llegue un momento en que esos 300 € no supongan un problema.

Si quieres saber más cosas sobre todo lo que te conviene saber al iniciar tu negocio, te recomendamos que leas la Guía de Supervivencia Fiscal y Tributaria para Emprendedores, escrita por nuestra gerente, Amparo Rodríguez, y nuestro especialista en gobierno y tecnología de empresas, Rafael Morales.